domingo, 4 de marzo de 2007

ARTICULOS PRENSA DE LA ACTUACION DE ELLEN DEGENERES


LA NOCHE DEL CINE


Ellen DeGeneres le quitó solemnidad a la presentaciónEn distintos momentos de la noche, la presentadora bajó del escenario y se paseó entre el público. Incluso, le entregó a Martin Scorsese un guión escrito por ella que “casualmente” llevaba encima. BROMEO E IRONIZO.


LOS ANGELES.- La presentadora Ellen DeGeneres fue una de las responsables de que la ceremonia de anoche haya sido ágil y amena.Con un traje chaqueta de terciopelo granate, camisa blanca y zapatos haciendo juego con esta, ingresó al escenario pasadas las 22.30 y no tuvo problemas para quitarle solemnidad al acto.“Hoy veo cumplido mi sueño”, dijo, ironizando con la cantidad de años que lleva soñando con obtener el premio. “Mi labor es tranquilizar a los candidatos”, aseguró, pero a la vez se dedicó a recordarles lo mal que lo debía estar pasando la cantidad de gente que los estaba viendo. Las risas del auditorio confirmaron que la introducción de DeGeneres gustó. Posteriormente se dirigió a Peter O’Toole, que aspiraba al Oscar por octava vez, y le recordó con mucha sorna aquello de que “a la tercera va la vencida”. También habló con Jennifer Hudson: “no ganaste ‘American Idol’ pero aquí estás, candidata a un Oscar”, le dijo.En diferentes momentos de la noche bajó del escenario y se paseó entre el público. Saludó a Mark Wahlberg y lo felicitó por su interpretación en “Los infiltrados”, y después se acercó a Martin Scorsese para entregarle un guión escrito por ella que “casualmente” llevaba encima. En otro momento DeGeneres , se presentó con una especie de arnés en su cuello, y afirmó que, tras percatarse de que todo el mundo tiene problemas para cargar el Oscar, ha inventado el “sujetaOscar” “que permite saludar, beber, fumar... Vamos, ideal para las fiestas posteriores a la ceremonia

La verdad, la cosa no estuvo mal. Ellen DeGeneres triunfó en su debú como presentadora. Estuvo graciosa, contenida, elegante y hasta ágil. Lució tres trajes distintos -burdeos, blanco y negro- y paseó por el patio de butacas del teatro Kodak su retranca de sureña homosexual nacida hace 49 años en Nueva Orleans que se ha puesto el mundo por montera en el reino de Bush. En esos paseos, aprovechó para entregarle, así como sin querer, un guión suyo a Martin Scoserse. Y se hizo una foto con Clint Eastwood, mejor dicho, buscó alrededor por si había alguien que pudiera hacerla. «Ah, sí, Steven (Spielberg) hazla tú, pero procura que salgamos los dos, eh». En otras intervenciones -que no fueron tantas, parecía dispuesta a hacerse a un lado para que brillasen las estrellas- salió al escenario con un Oscar en una mochila de esas para llevar a los bebés en el pecho. «Veo que es un problema ir con la estatuilla a las fiestas, así que he ideado esto y voy a estar vendiéndolos luego en el backstage». Ese chiste fue premonitorio. Una hora después, Hellen Mirren apenas tenía manos para recoger su premio. «Llevo un pendiente en una mano, el bolso en la otra ». Como no sea cosa de la elegancia inglesa, queda pensar que el comandante del vuelo en el que la británica voló a Los Ángeles adviertiese al pasaje eso de «Bienvenidos a Hollywood, cuidado con las carteras».Con la aspiradora, Pero volvamos a DeGeneres. Tras una pausa para publicidad, apareció pasando las aspiradora en el patio de butacas, justo delante de Penélope Cruz. «No sabía que formaba parte de mis responsabilidades como conductora Hellen Mirren ha pedido un ron con cocacola, ahora voy a preparárselo». Antes había bromeado con 'craneo rasurado' Jack Nicholson. «Es genial, cada vez que salgo al escenario, a Jack le da la risa ». Cierto, el actor de las gafas oscuras no podía evitar la carcajada antes incluso de que la presentadora abriese la boca.